lunes, 8 de enero de 2018

Terapia intensiva Valoracion primaria y secundaria de la enfermedad traumatica grave

Atención con diferente respuesta
         triaje - clasificación

 Trauma leve
 Especialistas

Potencialmente grave
Respuesta bajo nivel:
• 1 médico
• 1 enfermera

 Trauma grave
Respuesta alto nivel:
• 2 médicos
• 2 enfermeras
• 1 auxiliar
• 2 celadores
especialistas

La movilización de los pacientes debe realizarse en bloque, de forma coordinada y dirigida, y siempre buscando reducir al mínimo el dolor y la exposición innecesaria del paciente, tanto para evitar la pérdida de calor como por dignidad del mismo, aunque permitiendo una valoración de las lesiones que pueda presentar (valoración de las posibles lesiones en la espalda en este momento). Se debe emplear todo el aparataje que sea necesario según las lesiones que presente, pero sin olvidar en ningún caso el collarín cervical y la cuchara de traslado.













La exploración inicial va dirigida a identificar e iniciar el tratamiento de todas las lesiones que representen un riesgo inminente para la vida del paciente:
● obstrucción de las vías respiratorias
● neumotórax a tensión
● taponamiento cardíaco
● hemorragia masiva

Los elementos fundamentales de la exploración primaria se muestran a continuación.

Clasificación ABCDE
A: Vía aérea con control de la columna cervical
B: Respiración y ventilación
C: Circulación con control de hemorragia
D: Déficit neurológico
E: Exposición (desvestir) y entorno (control de temperatura)

Vías respiratorias (con control medular cervical)
Evalúe el estado de las vías respiratorias. Despeje las vías respiratorias altas mediante la aspiración y unas maniobras sencillas y suministre oxígeno al 100% con una mascarilla y una bolsa de ambú.
Si es necesario, asegure las vías respiratorias mediante la intubación o una cricotiroidotomía, dependiendo de la situación clínica y del grado de urgencia.

Indicaciones de intubación orotraqueal
Indicación urgente
• Apnea
• Signos de obstrucción de la vía aérea, gran trabajo respiratorio
• Hipoxemia grave a pesar de oxigenoterapia
• Escala del coma de Glasgow < 8
• Parada cardiorrespiratoria
• Shock hemorrágico
• Agitación extrema no controlada
• Sospecha de edema severo en quemados

Indicación no urgente
• Traumatismo maxilofacial inferior
• Traumatismo en cuello con fractura de laringe o tráquea
• Tórax inestable o dificultad en la ventilación por dolor torácico o imposibilidad para expulsar secreciones
• Hematoma en expansión a nivel cervical
• Inestabilidad hemodinámica progresiva

Respiración
Recurra a la ventilación asistida si es necesario. Descubra el tórax y evalúe la respiración. Identifique y trate cualquier alteración que pueda hacer peligrar la vida del paciente, como un tórax hundido, una herida abierta, un neumotórax a tensión o un hemotórax masivo.


Es muy importante una reevaluación frecuente. Para el control de la vía aérea la técnica de elección es la intubación orotraqueal convencional, aunque hay que tener en cuenta otros dispositivos, como son la mascarilla laríngea o el Airtraq® o incluso la realización de cricotiroidotomía o traqueostomía si fuera necesario. Durante el aislamiento de la vía aérea se debe retirar el collarín cervical (no retirar de forma definitiva hasta descartar la presencia de lesiones) realizándose, simultáneamente, una inmovilización cervical manual por parte de un miembro del equipo de atención (presumiblemente la enfermera A). 
Circulación
● Detenga las hemorragias importantes mediante compresión directa.
● Compruebe la circulación; en concreto, la frecuencia del pulso, la
presión arterial y el llenado capilar.
● Coloque dos cánulas intravenosas periféricas de calibre 14 G. Si no es posible, canule las venas yugular interna o femoral, o considere la posibilidad de venosección (p. ej., vena safena). De acuerdo con la doctrina del SVTA, las líneas de presión venosa central (PVC) se utilizan para monitorizar al
paciente y no para reanimarlo. Adapte su práctica personal en función de los protocolos locales, del equipo disponible y de su experiencia.
● Envíe una muestra de sangre para las pruebas de compatibilidad cruzada.
● Inicie la reanimación con fluidos con 2-3 l de cristaloides. Si persisten las necesidades de líquidos, continúe con sangre/hemoderivados. El uso de coloides en estos casos es motivo de controversia; cada vez hay más pruebas que parecen indicar que pueden favorecer las hemorragias. Es preferible
utilizar sangre cruzada, aunque se puede usar sangre del mismo grupo o sangre 0 negativa no compatible, dependiendo de las circunstancias.
● Si no consigue restablecer la perfusión con líquidos, considere la
posibilidad de administrar una infusión de adrenalina (epinefrina).





Discapacidad (evaluación neurológica)
● Evalúe el grado de conciencia y el tamaño de las pupilas, y documente cualquier déficit neurológico evidente. Una puntuación decreciente o inferior a 8 en la Glasgow Coma Scale (GCS) constituye una indicación para la intubación y la ventilación. (V. «Tratamiento inmediato de lesiones cerebrales traumáticas)


Reevaluación
● Evalúe nuevamente los apartados anteriores para comprobar que el paciente se mantiene estable y responde adecuadamente al tratamiento antes de proceder a la exploración secundaria.

Pruebas rutinarias
  •  Recuento hematologico completo.
  • Urea y electrólitos, glucosa
  • Gasometría arterial.
  • (Prueba de embarazo)
  • ECG
  • Radiografía lateral de columna
    cervical.
  • Radiografía torácica
    Radiografía pélvica
    Orina (tiras reactivas)
Monitorizacion.
  • ECG 
  • Presion arterial (Invasiva y no invasiva)
  • Oximetria de pulso.
  • PVC (Presion venosa central)
  • Excresion urinaria.
 Exposición y exploración secundaria
Una vez que haya completado la exploración inicial y el paciente se haya estabilizado, asegúrese de establecer la monitorización adecuada y organizar las pruebas necesarias confirme que se ha obtenido una correcta anamnesis. Esta deberá incluir como mínimo los antecedentes médicos del paciente, la farmacoterapia, las alergias, el tiempo transcurrido desde la última comida y el mecanismo de la lesión. Este último es especialmente importante, ya que aporta pistas esenciales para poder determinar las lesiones que pueda haber sufrido el paciente.

● Descubra completamente al paciente, tomando las medidas necesarias para prevenir la hipotermia.
● Examine sistemáticamente al paciente de la cabeza a los pies, buscando otras posibles lesiones.
● Dé la vuelta al paciente para explorar la espalda y la columna, y realice las exploraciones rectales y vaginales pertinentes.
● Si no están contraindicadas, puede introducir una sonda urinaria y una sonda nasogástrica (NG).

Una vez completadas la reanimación, la estabilización y la reevaluación del paciente, se puede proceder a planificar su tratamiento posterior, que puede incluir una intervención quirúrgica inmediata para las lesiones que ponen en peligro la vida, u otras pruebas como la ecografía o la tomografía computarizada (TC).
Cada vez se recurre con más frecuencia a la ecografía para identificar la presencia de líquido libre (sangre) en los espacios peritoneal, pleural y pericárdico. A este respecto, su utilidad radica en la posibilidad de identificar un problema (p. ej., presencia de líquido peritoneal) más que de establecer el diagnóstico definitivo (p. ej., rotura esplénica). Actualmente despierta mucho interés la posibilidad de utilizar las ecografías «enfocadas» en el trauma, fáciles de aprender y de realizar por personal no especializado
Actualmente, en muchos centros importantes se realizan rutinariamente TAC de tórax, abdomen, cabeza y columna a todos los pacientes con antecedentes importantes de traumatismos mayores.

Gracias a la rapidez de las técnicas modernas, cada vez se utilizan más estos métodos para mejorar la asistencia de estos pacientes tan vulnerables; y a menudo se identifican lesiones ocultas.

Tratamiento En Cuidados Intensivos Frecuentemente, a los pacientes con lesiones múltiples hay que transferirlos a la unidad de cuidados intensivos (UCI) después de la reanimación inicial, la estabilización y la cirugía. La asistencia de un paciente politraumatizado es prácticamente la misma que la de cualquier otro paciente ingresado en la UCI. Por su propia naturaleza, los traumatismos múltiples constituyen un trastorno multisistémico, más que un conjunto de lesiones aisladas. El tratamiento es de apoyo en la mayoría de los casos, e incluye las intervenciones pertinentes para los problemas que vayan surgiendo.

Actividad realiza una sintensis con los conceptos mas importantes.



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